Desarmar un notebook o PC en casa puede parecer una buena idea cuando falla el equipo, pero sin conocimientos técnicos y las herramientas adecuadas, el intento puede terminar saliendo más caro. En este artículo repasamos los errores comunes al reparar un equipo tú mismo y cómo evitarlos si decides tomar el riesgo.
1. No descargar la electricidad estática
Uno de los errores más graves (y comunes) es manipular componentes internos sin descargar la electricidad estática de tu cuerpo. Un pequeño chispazo puede dañar la RAM, placa madre o disco SSD. Siempre usa una pulsera antiestática o toca una superficie metálica conectada a tierra antes de comenzar.
2. Usar herramientas inadecuadas
Destornilladores demasiado grandes, cuchillos, tarjetas plásticas o incluso tijeras… Muchos intentan abrir notebooks con lo que tienen a mano. Esto daña las carcasas, rompe conectores internos y deja marcas que pueden inutilizar el equipo o anular la garantía. Lo correcto es usar un set técnico de precisión.
3. Olvidar desconectar la batería o el cargador
Trabajar con el equipo enchufado o con la batería conectada es una receta para el desastre. Puede generar cortocircuitos, chispas e incluso dejar inservible una placa madre. Antes de tocar cualquier componente, desconecta todo y asegúrate de que no haya carga acumulada.
4. No documentar el proceso de desarme
Muchos abren el notebook y luego no saben cómo volver a armarlo. Olvidan dónde iba cada tornillo, qué cable va conectado a cuál parte o cómo estaban orientadas las piezas. Tomar fotos o grabar el proceso de desarme es fundamental para no cometer errores al reensamblar.
5. Forzar piezas o conectores
Los conectores de notebooks suelen ser delicados. Forzarlos sin conocer el mecanismo de anclaje puede romper la placa o soltar soldaduras. Este es uno de los errores más frecuentes al intentar cambiar RAM, SSD o pantalla.
6. Usar pasta térmica incorrecta (o no ponerla)
Al cambiar o levantar el disipador, es obligatorio aplicar nueva pasta térmica. Usar una de mala calidad, aplicar en exceso o, peor aún, no aplicar nada, puede causar sobrecalentamiento y dañar el procesador.
7. No identificar el problema real
Muchas personas reemplazan piezas que estaban funcionando, pensando que ese era el problema. Sin herramientas de diagnóstico, es fácil confundir un fallo de software con uno de hardware, o asumir que un disco está dañado cuando solo necesitaba una limpieza de archivos o verificación.
8. Romper la pantalla por mal manejo
Intentar abrir el marco de la pantalla sin calor, sin experiencia o usando la fuerza termina con paneles quebrados, flex dañados o bisagras rotas. Esta reparación es de las más delicadas y muchas veces no conviene hacerla en casa.
9. No hacer backup antes de comenzar
Otro error común: olvidar hacer una copia de seguridad de tus datos antes de intervenir el equipo. Una mala conexión, un formateo accidental o un daño interno pueden hacer que pierdas documentos, trabajos o fotos importantes. Siempre respalda antes de tocar nada.
10. No saber cuándo parar y pedir ayuda
A veces, el error más grave es no reconocer los límites. Si ya abriste el equipo, no entendiste qué hacer y empezaste a experimentar, probablemente es momento de frenar y llevarlo a un servicio técnico. Reparar sin saber puede dejar el equipo peor de lo que estaba.
Conclusión: más vale prevenir que lamentar
Arreglar tu equipo por tu cuenta puede ser tentador, pero los errores comunes al reparar un equipo sin experiencia técnica pueden transformarse en un dolor de cabeza. Evalúa bien antes de abrir tu notebook: a veces es mejor invertir en un diagnóstico profesional que pagar el doble por haber dañado algo más.